En la dulce búsqueda de taller

No me había dado cuenta de todos los años que pasaron sin un taller para escultura. El de joyería es fácil de montar... pero el otro... Cuando caí en la cuenta que desde que me mudé a Valencia no tuve ninguno, entre el cambio de ciudad, de vida y pandemia mediante, ahí... me agarró la desesperación.

Siempre me he considerado una de esas personas que van procesando todo a fuego lento, puertas adentro, raíces creciendo bajo tierra, en silencio. Ahora... el día en que algo cae de maduro... ya está, no hay duda. Cinco meses después de esta toma de conciencia, estaba montando mi primer taller en Valencia. No sé por cuanto tiempo, pero hoy más que nunca vivo el día a día, y hoy... tenemos taller y con muchas ganas de compartirlo, asi que si te apetece, ya sabes, me puedes contactar!